sábado, 17 de diciembre de 2011

Comentario crítico de 'Amanecer Parte1'

'No muy buenas críticas para la película'


   El 18 de Noviembre se estrenó en los cines la cuarta entrega de la Saga Crepúsculo, Amanecer, basada en el libro escrito por Stephenie Meyer. A la estela de lo que ya hiciera Warner Bros con la adaptación del séptimo libro de Harry Potter, ha sido dividida en dos partes. Dirigida por Bill Condon, producida por Summit Entertaiment y con un guión realizado por Melissa Rosenberg, la primera no decepcionará a los fans de la saga.


   Bella finalmente ha accedido a casarse con Edward, pero su final feliz aún tendrá que esperar: en la luna de miel, Bella queda embarazada. El peligro que la criatura puede suponer para su vida y la del resto de los habitantes del pueblo crea enfrentamientos, no solo dentro de la propia familia Cullen, sino también entre la manada de licántropos que vive en una reserva cercana a Forks.
El argumento, que en su momento, tras la salida del libro, decepcionó a muchos seguidores de la saga, no mejora milagrosamente tras el paso a la gran pantalla. Analizar el prematuro matrimonio de Bella a la edad de dieciocho años, su repentino embarazo y su disposición casi inmediata a dar la vida por un hijo que declaraba abiertamente no desear, no es un ejercicio que ofrezca agradables resultados.
   Dejando el argumento de lado y centrándonos puramente en el aspecto cinematográfico, la película no sale mejor parada. Amanecer, como toda película de fantasía adolescente que se precie, tiene su obligada ración de humor (la mayor parte de las veces, basado en la parodia y la exageración), altas dosis de romanticismo, mucho drama y las exigidas escenas de luchas que en el libro no tuvieron cabida. Hay escenas que parecen estar sacadas de la manga, la película llega a hacerse lenta y la escena del parto resulta tan desagradable que habría que crear una palabra nueva para definirla. Además, los constantes cambios de director a lo largo de la saga hacen que sean fácilmente apreciables ciertos cambios estilísticos repentinos. En esta ocasión, el mayor beneficiario ha sido el vestuario, no sólo por el vestido de boda de Bella, diseñado por Carolina Herrera, sino también porque los hombres lobos han podido cambiar los andrajos de los libros y anteriores entregas por modelitos que parecen recién sacados de la sección de ropa joven de El Corte Inglés.
En cuanto a la actuación de los actores, la interpretación de Kristen Stewart mejora notablemente y gana expresividad con respecto a otras entregas. Robert Pattinson abandona durante el comienzo de la película la actitud de rígida indiferencia rozando la depresión que ha mantenido en las dos entregas anteriores, en gran parte por exigencias de un guión que no se apartaba de esa línea, adoptando en cambio una actitud desenfadada e irónica, gracias a la cual, muchos nos hemos llevado la grata sorpresa de descubrir que el actor sabe reír. En cuanto a Taylor Lautner, el actor ha contado con más escenas para profundizar en su personaje.
   La opinión que tengamos de la película dependerá en gran medida de nuestras expectativas. Si lo que buscamos es una obra maestra del cine, nos hemos equivocado de sala. Por el contrario, si sólo buscamos divertirnos, hemos encontrado la película que buscábamos. Con la compañía apropiada y una actitud abierta a disfrutar de los aciertos y reírnos de los fallos de esta película, el entretenimiento está asegurado.

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